Conociendonos [Erik]

-Me gusta tu calor-susurre sonriendo

la verdad es que cuando se volco mi lancha no podia imaginar que acabaria apoyado en una palmera mirando una puesta de sol preciosa con una chica hermosa en mis brazos... la vida que esta loca..

Me reí.

- El calor es humedo y pegajoso, ¿cómo te puede gustar?- bromeé, y me acurruqué mejor contra él.

- ¿Quién lo iba a decir, eh?- dije.

-yo tambien te tengo que estar dando calor y no te quejas-le dije sonriendo, mientras la acunaba un poco

le bese el cuello suavemente

-es increible todo esto..

Eché la cabeza hacia atrás.

- Puedo soportarlo.- bromeé divertida y me dejé acunar en sus brazos.

- No podía imaginarme que cayendo en un isla iba a encontrar a alguien como tú, y menos siendo poli!- era algo un poco irreal, pero me encantaba.

Aproveche que escho la cabeza hacia atras para besarla suavemente en los labios..
-tengo la sensacion de que desapareceras de un momento a otro, y me despertare y seguire flotando en el mar... muriendo-pense en voz alta

Le devolví el beso, y me costó volver a concentrarme de nuevo.

- Qué poetico...- comenté divertida.- Y que te estuvieras muriendo sería fatal para mí.- me dió un escalofrío al imaginarmelo.

El sol se había puesto por completo dando paso a la noche.

- Por cierto... eres australiano, ¿verdad?- le acaricié la cara sin dejar de mirarle.

Le saque la lengua cuando se burlo de mis pensamientos.. aunque realmente yo no era el tipo de personas que hablan asi... reconozco que me habria burlado si ella hubiese dicho algo parecido..

-Si, ¿tu tambien, cierto?-era tan estupido que nos conocieramos tan poco.. asi era la vida

- No, no.- negué divertida y le cogí la mejilla con suavidad.- Soy estadounidense. Nací en Chicago, aunque viví la mayor parte del tiempo en Nueva York.- expliqué sonriendo.

Le miré para ver su expresión.

Escuche sonriendo.. me gustaba descubrir cosas de ella, y me quedaban muchas por descubrir

-¿en el bronx?-bromee

le di un beso en la frente..

Me reí.

- Unos meses en el Bronx, otros en Queens, otros en Brooklyn... he estado huyendo toda mi vida. Pero pasé más tiempo en el Bronx, acertastes.- sonreí más ampliamente.

Giré la cabeza para darle un beso en el cuello.

Sonrei.. no era dificil adivinar en que barrio de nueva york estaria una asesina a sueldo..

-Intuicion policial-le susurre en el oido

la noche era silenciosa, solo se oian las olas.. y preferia no romper demasiado esa tranquilidad

Se me erizó el bello de la nuca cuando me habló al oido. Lo debía haber supuesto, una asesina a sueldo, donde mejor iba a estar es en el bronx... a pesar del dinero que pudiera ganar.

Me quedé un rato en silencio admirando el paisaje y la tranquilidad, para no romperlo demasiado hablé en voz baja.

- ¿Cuándo cumples los años?- pregunté curiosa.

Mire el paisaje.. ni en mis mejores vacaciones habia visto algo tan.. sorprendente como ese atardecer..

-El ocho de julio-le respondi-¿y el tuyo?

Le escuché abstraida en las vistas.

- El 24 de ese mismo mes.- contesté divertida por la coincidnecia de que fuesen los dos en Julio. Luego hice la pregunta del millón:- Y...¿Cuántos años tienes?

Le acaricie el pelo pensativo
Por un momento pense en mentir, decir unos años de mas, para que no me viara como un crio o algo asi.. porque ella era mayor, estaba claro

-veinticuatro-le respondi mirando al mar

Me mordí el labio inferior esperando que contestara. Al fin lo hizo: 24, era bastante más joven que yo, 8 años exactamente. Tragué saliva, había bastante diferencia de edades, pero que más da, era una ocasión especial en una isla desierta.

- Yo tengo 32.- comenté tranquilamente.

Asenti varias veces.. si ya sabia que fuera de la isla seria imposible porque ella acabaria en la carcel o en la silla electrica, ahora se sumaba que mi familia no lo aceptaria..
Me encogi de hombros, si no los habian rescatado aun, ¿quien me decia que iba a llegar pronto una salida?

-Tu..ehm.. ¿no estas casada, cierto?-le pregunte, normalmente la gente se casaba por ahi, ¿no?

No pude evitar reirme ante esa pregunta, no tenía pinta de casada para nada. Ni siquiera había estado a punto de hacerlo.

- No, no estoy casada.- le enseñé el dedo anular de mi mano, sin ningún anillo.- Y no tengo intención.- admití.- Tu tampoco, ¿no?

Quien sabe a lo mejor el si que lo estaba.

Sonrei timidamente cuando se carcajeo... Vale, habia sido una pregunta un poco estupida, pero era mejor prevenir

-No, soy muy joven para eso-respondi sonriendo divertido

Le acaricié.

- Lo sé, eres demasiado joven...- dije en tono pensativo. Bueno fuera gente de veinte y pico años se casaba con mayores de setenta... tampoco eran tantos 8 años, ¿o sí?

La mire preocupado por lo que pudiera estar pensando

-Soy demasiado joven para casarme, no para estar contigo-puntualice sonriendole-¿o no?

Le saqué la lengua.

- Ya veremos...- dije bromeando.- No, que va. En esta isla me da todo igual. Tienes la edad que tienes que tener- admití.

Sería estupida si le dijese que me importaba la edad, porque no quería perderle por una tontería así.

Me rei con alivio
Me acerque a ella y la bese apasionadamente

-me gusta tu lengua-bromee, recordando que antes me la habia sacado

luego volvi a besarla

Le devolví el peso, con la misma pasión.

- Oh! con que solo te gusta mi lengua...- dije con fingido enfado.- Lo normal es: me gustan tus ojos, tus labios, tu cara, tú entera... No... al señorito le gusta la lengua.- me reí.

Le di un fugaz beso antes de volverme a colocar apoyando la cabeza en su pecho.

Me volvi a reir por su reaccion
Mmm... me gustaba entera, definitivamente, pero no iba a darle el gusto de decirselo.. por lo que le dije intentando aparentar seriedad

-tambien me gusta tu culo..