Recordando (Charlie)

La tarde estaba cayendo lentamente en la isla; ya los colores violáceos y naranjas surcaban el horizonte haciéndonos saber que pronto seria el turno de la Luna y las estrellas de ocupar su espacio en el firmamento.

Dentro del bosque, algunos pájaros trinaban alegremente permitiendo que el sonido agudamente musical de su canto atravesara hasta donde me encontraba yo; sentada en la arena con la mirada perdida en el cielo. La imagen perfecta de la playa al atardecer parecía una de esas postales que se vendían por doquier en las tiendas de las ciudades, excepto claro, que yo estaba viendo todo a vivo color.

Disfrutando del sonido de la marea subir sutilmente hasta la orilla de la playa llevándose consigo cualquier huella de los que caminaron antes por ahí. Sin duda el lugar era paradisiaco, de esos que solo pueden existir en la imaginación de algunos pintores.

Un suspiro se escapo de mis labios antes de que pudiera darme cuenta; siempre había tenido cierta debilidad por las cosas lindas y aunque esa playa aunada a la isla y a la gente que estaba en ella ocultaba terribles secretos, me resultaba imposible reconocer la hermosura de la que estaba hecha.

Algunas personas; sobrevivientes, deambulaban manteniendo su distancia, nadie parecía querer mezclarse con un fantasma tecnicolor, o lo que sea que fuera yo. Aun estaba intentando averiguarlo, pero no era realmente fácil conseguir una respuesta de esa magnitud. No cuando lo único que sabía de fantasmas era resultado del aprendizaje que las películas de terror que solía ver, dejaron en mí. Nada útil.

Me encontraba totalmente sumida en mis pensamientos, en como mi vida dio un giro total desde que la decisión de regresar a casa había sido tomada. Si no hubiera abordado ese avión en ese mismo momento estaría rodeada de lujos en una casa medianamente linda, quizá asistiendo a un trabajo que odiaría pero que conservaría solo por el hecho de aparentar hacer algo productivo con mi tiempo. Y no rodeada de gente que no comprende cómo o porque regrese de… cualquier lugar donde me encontrara y que lograban que el miedo fuera casi tangible en sus miradas.

Intente concentrarme en recordar lo que sucedió antes de que todo desapareciera frente a mis ojos, pero lo único que acudía a la superficie de mi mente eran recuerdos vanos, algunos que ni siquiera tenían conexión alguna con la isla. Sacudí la cabeza en un intento desesperado de mantener firme la convicción de saber con exactitud lo que sucedió.

Cerré los ojos para visualizar mejor y retuve un segundo suspiro, este más bien era causado por exasperación y hastió; la paciencia nunca fue mi mejor don. En casa solía decir que cuando la paciencia fuera vendible y enfrascable, debía comprar una dotación infinita y almacenarla en un lugar gigantesco.
De pronto un par de imágenes vinieron a mí.

Semi Flashback:
Llovía, llovía demasiado, incluso podía sentir las gotas de lluvia golpeando mi rostro incesantemente. Hacia frio, quizá por la humedad de mi ropa, mi piel estaba casi congelada y los escalofríos recorrían mi cuerpo. Sayid, Sayid estaba ahí justo a mi lado.
Fin del Semi Flashback.

Abrí los ojos de nuevo dándome cuenta de que ya había oscurecido y que la búsqueda por mi cabeza resulto infructuosa.

-Demonios –murmure para mí misma, pero manteniendo un tono ligeramente audible. El esfuerzo había sido en vano, ya que al parecer mi mente no se sentía con humor suficiente como para cooperar conmigo.

Había terminado de recolectar frutas, había mucha variedad en la Isla. El morral de Kate me sirvió mucho para sostenerlas, trepé a un árbol y cuando bajé del mismo caminé hacia la playa dónde se encontraban todos. A medida que caminaba comenzaba a pensar que las últimas semanas habían sido muy extrañas … mi supuesta muerte había acabado con las esperanzas de mucha gente como Hugo, Claire o Rose.
Pero solo Desmond Hume sabe qué sucedió allí, recuerdo haber escapado por la ventana que Mikhail había explotado con la granada luego de haber escapado de la Estación del Espejo. Fue complejo nadar hasta la superficie, y luego a la canoa. Desmond me alcanzó pocos minutos luego, por fin habíamos escapado.

Me di cuenta que ya estaba prácticamente en la playa, fue allí cuando una persona inesperada reapareció frente a mis ojos, como un flash … tenía miedo, no mentiría. Pero también curiosidad, me iba acercando y varios flashes mentales me hicieron recordar. Una vez cerca, descubrí que era la difunta … Shannon Rutherford. No lo podía creer, varios melones cayeron al suelo y rodaron hasta sus pies. Mi voz no era factible y la noche había opacado la luz de las fogatas del campamento. Solo el haz de luz de la luna y estrellas iluminaba el sendero entre la playa y el campamento.

-¿Sh-shannon? …¿qué haces aquí?

Mi voz resultaba ser casi zorda, de hecho ni dudé en que quizá ni siquiera me haya escuchado. Tenía dos opciones: correr o descubrir qué era o quién era esa falsa Shannon, quizá era real.

El viento soplaba tenuemente revolviendo ligeramente los cabellos que por ser demasiado cortos se escapaban de mi peinado improvisado y las olas del mar parecían estar en una calma absoluta. A mi alrededor las fogatas se hacían presentes inundando el ambiento con el olor de fuego y madera quemada.

Mi mente aun se encontraba divagando en línea fina entre la realidad y los recuerdos cuando el sonido de un golpe seco me saco por completo de mi distracción obligándome a fijar mi mirada en un par de melones que rodaron deteniéndose al encontrar mis pies como barrera.

Deslice mi mano derecha hasta la arena dejándola que se escapara entre los espacios de mis dedos e intente mantener una expresión serena al notar que el dueño de las frutas que aun estaban en mis pies se encontraba en una especie de shock momentáneo. Lo comprendía, lo mismo me había sucedido al ver de nuevo a Boone, así que le di un par de segundos para que asimilara lo suficiente la imagen de tener a una muerta frente a él.

De pronto sus labios se entreabrieron y un murmullo casi inaudible salió de ellos, sonreí de medio lado, aun me costaba acostumbrarme a que la gente tuviera esa reacción frente a mí, pero, en el fondo, era medianamente divertido.

Sacudí los restos de arena en mi ropa, rodando los ojos interiormente ya que un tiempo atrás, jamás hubiera sido capaz siquiera de atreverme a pensar en ensuciar alguno de los atuendos costosos que residían en mi armario.

-Hola, Charlie –mi voz intentaba sonar tranquilizadora, pero no estaba segura de que funcionara, pensé detenidamente en la pregunta y respondí –necesitaba un lugar tranquilo para pensar y supuse que este sería el mejor –murmure, era una broma estúpida, pero, sospeché que admitir que había regresado de la muerte…. No era la mejor manera de empezar una conversación.

-Estoy realmente aquí –añadí instantes después, al parecer todo el mundo pensaba al igual que yo que las alucinaciones eran más que frecuentes en la isla y recurrentemente tomaban forma de alguno de los muertos. Moví mi mano indicándole en silencio que se sentara, aunque probablemente no confiaría en mí para hacerlo.

-¿Cómo sé que eres tú? Shannon tu moristes, tú ... Ana Lucía te mató ... el disparo ... ¿qué sucedió contigo? ... ¿acaso no recuerdas?

Sonaba disparatado el ver a Shannon viva, mucho más que recitara palabras. Pensé en correr, pero ella me inspiraba calma por lo que decidí no hacerlo, despacio me fui acomodando en el suave suelo. Si yo estaba vivo debía pretender que los otros también .... en esta maldita Isla todo es posible, debería comenzar a tratar de entender a los demás, empezando por ... ¿Shannon?.

-C-cuéntame a cerca de ... de cómo ''sobrevivistes'' ... ¿por qué nadie te ha visto vagando por los alrededores? ¿qué sucedió con Boone?

Todas las preguntas se me amontonaron en la mente, quería largarlas pero debía hacerlo despacio además Shannon no parecía con ganas de responder las dudas, seguramente debe estar agotada de que la confundan con fanstasmas y teorías absurdas ... realmente ¿es ella?.

Sin duda alguna, su pregunta era válida. Charlie no podía estar completamente seguro de lo que en realidad era yo. De pronto nombro a alguien, un nombre que no significaba nada y a la vez era la respuesta a la mayoría de mis enigmas mismo que provoco un torrente de imágenes que avanzaban a velocidad vertiginosa, tanto que no lograba enfocarlas plenamente.

Era como ver una película, una en un idioma desconocido; una donde conocía a los actores y sabía como terminaría pero dejaba un sentimiento de vacío en mi interior. Sacudí la cabeza y reprimí un estremecimiento causado por un escalofrió al recordar el sonido amortiguado de un disparo bajo la lluvia.

-No recuerdo mucho –admití aclarando mi garganta para deshacer el nudo que se había formado y no me permitía hablar claramente.

-No sé exactamente que sucedió conmigo –cruce mis piernas y apoye la barbilla sobre mi mano derecha –la primera imagen que tengo, es que desperté en el bosque con la sensación de que debía volver al campamento –en resumen, esa era la realidad. Mi primer recuerdo cercano se trataba sobre el bosque acompañado de la recurrente impresión de que el mundo era más brillante de lo que debía ser.Como si mis ojos hubieran estado cerrados por mucho tiempo y de pronto fueran expuestos a la luz directa del sol.

-Nadie me ha visto, porque… supongo que no estaba aquí –hice una mueca ante mi propia respuesta. Simplemente era inexplicable. O quizá la teoría de Boone acerca de los ángeles no era tan absurda.

-Boone está bien, tiene un par de heridas, pero nada que no pueda sanarse con el tiempo – señale a un punto en particular cerca del campamento, a la sombra de los árboles donde unas horas antes estaba Boone y me encogí de hombros ante su ausencia –debe haber ido por algo de comer.

-Pero, ¿Cómo estás? –podía ser solo la iluminación de las fogatas, pero lucia un poco pálido y quizá demacrado –Claire… ¿está bien? –pregunte con miedo pues era de las pocas que no había visto aun.

Mi mirada experimentaba la sensación de ver a alguien muerto hablando, no creo que fuésen las drogas, ya había pasado esa etapa pero quizá los efectos continuaba, aunque dudaba mucho. ¿Shannon y Boone vivos?,es algo que ni siquiera Locke pudiése comprender ... o ¿sí?.

Miré a Shannon nuevamente. Estaba viva,preguntaba por mí Claire y me nombró que Boone estaba con vida también, eso hizo que mis ojos se abriésen como platos.¿Boone también? ... ¿cómo era posible?,después de tanto tiempo el factor curativo de la Isla ¿habrá podido resucitarlos? ... patrañas, ni siquiera me escuché lo que estoy diciendo.

-C-Claire está ... está bien,al igual que yo. ¿Dónde está Boone? ... ¿qué haces aquí en la playa?¿desde cuándo despertastes?

Tenía tantas preguntas amontonadas que no sabía cuál decir primero.

No pude evitar reír audiblemente, de cierta forma la avalancha incontenible de preguntas que Charlie había dejado caer sobre mí, salieron de manera atropellada de sus labios logrando un sonido diferente al que normalmente poseía su voz.

-Me alegro de que Claire este bien –sonreí cordialmente; sin duda, el que la mayoría de las personas con las que conviví desde que puse un pie sobre la arena de la isla se encontraran sanos y salvos, era reconfortante.

Respire profundamente intentando buscar las palabras correctas para dar explicaciones medianamente entendibles aunque llenas de vacios que no sabía cómo rellenar. Mi mente procesaba cada pregunta de manera diferente y la clasificaba como: “fácil de responder” y “ni en sueños sabría la respuesta”, no eran las mejores categorías para encasillar, pero parecían funcionales, al menos por el momento.

-Boone estaba por allá –señale con la mano los árboles escondidos donde lo había encontrado antes –pero, debió ir a algún lado –me encogí de hombros, se suponía que estaba herido y aun así se ponía de pie. –“Hombres, no pueden permanecer en un solo lugar aunque estén muriendo” – Rodé los ojos por mi pensamiento feminista y seguí con la conversación.

-Pensaba –negué de forma distante corrigiéndome a mi misma –más bien, intentaba recordar, pero… al parecer los recuerdos están bien enterrados en mi memoria –el sonido frustrado de mi voz era notable, odiaba el hecho de que cualquier cosa relacionada con mi “muerte” fueran solo algunas imágenes difusas y fragmentadas. Ecos ininteligibles.

-Desperté hace un par de días, pero he tratado de mantener un poco de distancia con la gente del campamento; como comprenderás, la gente me mira con miedo –sonreí obviando que él había reaccionado de la misma manera.

-Sé que esto es más que obvio –baje un par de octavas mi tono de voz hasta convertirlo en casi un murmullo –pero, están sucediendo cosas demasiado extrañas –incluso yo misma tenía claro que en un lugar normal del mundo, los muertos se quedan muertos –no quiero decir que no me alegre de estar viva, pero, no es normal –arrugué los labios en señal de confusión. La isla en si era un misterio, pero dentro de ella las cosas marchaban a un ritmo tan diferente como extraño.

Sinceramente no encontraba una mera explicación para describir lo que mis ojos observaban.Parecían dos platos enormes atentos a cada palabra que su boca iba a recitar,si bien estaba asustado a él también le agradaba ver a Shannonviva.Ella tenía una conversación común conmigo,pero por otro lado si iba a difundir sobre su existencia quedaría en mala postura,ahora que el tema de las drogas se difundió por los aires no quiero volver a retocarlo.

-Pues...pues...¿qué cuentas de nuevo? ... digo,¿hace cuánto estás aquí?

Mis preguntas quizá sonarían estúpidas o incoherentes pero la verdad no tenía un tema de conversación con Shannon,de hecho nunca lo tuve,solo la vez que me usó para atrapar el pez,recuerdo haber estado un día pescando con Hurley,por fortuna,atrapámos uno.