Tomando un baño [Vanessa y Emmett]

Luego de que Chris me indicase donde se encontraba, corrí por la playa buscándolo. Vislumbré una silueta de un hombre corpulento en el mar, a lo lejos. El corazón me dio un vuelco al intuir que se trataba de él.
Aumenté mi velocidad al máximo, y en pocos segundos quedé a una distancia considerable. Definitivamente, ese era Emmett.
-¡EMMEEETT!!-Grité desesperada, para que voltease. Me quité las zapatillas dejándolas junto a las suyas, y el abrigo y la mochila, dejándolos allí también. Comencé a avanzar hacia el mar para llegar a él.

Cuando llegué junto a él me besó, me hizo una pregunta y yo le acaricié la cara y luego lo besé suavemente, tomándome mi tiempo para responderle.
-Vine a buscarte... Quería saber si estabas bien...-Le dije sin dejar de mirarlo a los ojos. Luego lo abracé a la altura de la cintura, apoyando mi cuerpo y mi mejilla contra su torso húmedo.

Separé mi cara de su pecho para mirarlo y responderle
-Ellos no me harán nada... No nos harán nada si no los molestamos.-
Me quedé un rato en silencio y luego le pregunté
-¿Crees que los sobrevivientes me acepten en el campamento? Sino yo podría ir a hablar con el jefe de los otros, pero ese es nuestro último recurso...-

Abrazada a él, en el medio del mar, todo parecía un sueño dejando de lado el problema del que estábamos hablando.
-Si no me aceptan, hablaremos con Ben...-Dije pensando en voz alta-Y si él no nos acepta, podemos volver al Bastón, a tu cabaña, o a las cuevas...-Dije sonriendo al recordar los días que pasamos allí y dándole un besito en los labios.

Sonreí cuando me besó y me levantó fácilmente en el aire: él era grande y yo pequeña. Ambos reímos cuando la ola nos mojó. Luego me habló y me dio otro beso. Yo seguí mirándolo a sus ojos celestes que reflejaban el cielo y le dije
-Ya lo creo... Mira sino donde estamos...- Le dije refiriéndonos a la isla donde viviríamos quién sabe por cuánto tiempo.
Me aferré más fuerte con los brazos alrededor de su cuello y le di otro beso.

Echó a correr sin darme tiempo para responderle, me tumbó suavemente en la arena y se tumbó también él a mi lado. Automáticamente me coloqué de costado, mirándolo, y coloqué mi mano en su mejilla, acariciándolo.

Sonreí, sonrojada
-Y tú eres lo mejor que me ha pasado... Lo único que le da sentido a esta isla...- Susurré moviendo el codo que tenía apoyado en la arena para acercarme aún más a él. Volví a recorrer su cara con la mano mientras le decía en voz baja-Te amo...-

Correspondçi su beso con la misma intensidad y delicadeza, mientras acariciaba su cabeza con ambas manos. Me detuve y me separé de él al sentir el lugar donde lo habían golpeado para desmayarlo, aún estaba hinchado.
-¿Te has hecho ver esto?-Le pregunté con preocupación.

Aparté mi mano del golpe para que ya no le doliera. Seguí besándolo, siguiendo su ritmo con mi lengua, y volviendo a pasar mis brazos alrededor de su cuello y giré lentamente, colocándome encima de él, para estar más cómodos. Luego coloqué mis manos en sus hombros y me separé de él mordiéndole el labio inferior. Me quedé unos segundos observando su rostro y sus facciones hermosas y masculinas, para luego volver a besarlo.

Dejé de besarlo y me separé de él, apoyándome con las manos en su pecho y volteando hacia donde él estaba viendo.
-¿Dónde?- Le pregunté, yo no veía nada.

Acaricié su rostro de nuevo antes de seguir besándolo. Pero algo no estaba bien en él.
-¿Qué te sucede?-Le pregunté, lo notaba incómodo.

No podía engañarme a mí, podía notar que algo andaba mal. Tal vez debiéramos salir de allí.
-Vamos a caminar-Le dije poniéndome de pie cuidadosamente y sacudiéndome la arena que se había pegado a mi cuerpo por acostarme en ella estando aún mojada.