Huida [Vanessa]

-Si mal no recuerdo, Richard fue uno de los que reclutó a los nuevos soldados para la isla, creés que ellos no sabían nada acerca de tí?- Le sonreí con suficiencia y le dije -Espero que no te moleste saberlo, pero... Mi padre y yo tenemos una buena relación, él me cuenta bastante. De hecho...- Sonreí más al recordarlo, me acerqué a él y le dije -cuando llegaron en el submarino, me dijo que me mantuviera alejada de ustedes... y que tuviera especial cuidado contigo-

La cogí del brazo con fuerza, en cuanto comenzó a oir que sabía de su pasado, y aquello ultimo que dijo, le dolió bastante.

-Bien que te acercaste a mi y bien que te salvé el pellejo, creeme, no soy el que más orgulloso está de mi pasado, ¿sabes? - dije muy serio. -Con el paso de los años, miro que hice en el pasado y me horrorizo, ¿sabes? No sabes lo que es criarte en Nueva York, en Hell's Kitchen...

-Lo siento..- Me preocupé al ver su reacción y me sonrojé por haberle hecho eso -Lo de la advertencia de mi padre, no lo dije en ese sentido. Eras el más joven, con Alex solíamos espiarte.- Le dije sonrojándome más, y con una media sonrisa al recordar esos lindos momentos con mi amiga -Cuando te fuiste de la villa te seguí espiando, quería ver qué hacías, en un principio temí que te hubieran enviado a buscarme, pero me di cuenta de que estabas como yo y pensé "si no está de acuerdo con lo que hacen ellos no debe ser realmente malo..."- Sacudí la cabeza debido a lo tonto que sonaba eso, pero así era como lo había pensado a esa edad. Lo miré muy seria a los ojos y le dije -Salvaste mi vida, he visto cómo te comportas. No creo que seas malo. Sé que la gente cambia, especialmente en esta isla... -

Suspiré, ante su explicación y finalmente solté su brazo, se había pasado, un poco con ella, prejuzgándola, pero bueno, tal vez no era tan mala a fin de cuentas.

-Y yo lo siento por cogerte con fuerza - suspiré mientras finalmente me giraba, se había percatado de su rubor, pero prefirió ignorarlo. - ¿Y me espiabais porque...?

-Bueno...- Le sonreí mientras miraba hacia arriba-Cuando estábamos allí, eras el más joven y apuesto, y nos gustabas a Alex y a mí- Dije riendo -Luego, te espiaba por curiosidad, para ver si realmente te habías ido por tu cuenta o si te habían enviado.-

-¿El joven más apuesto para vosotras, eh? - comenté en voz alta enarcando una ceja. -Si te saco lo menos cuatro o tres años, estoy hecho un viejal - comenté mientras pegaba un salto para bajar al interior de la caverna. La luz se filtraba por algunas rendijas del techo y eso, nos permitía ver.

-Dios, lo que daria por una buena caja de cigarros - comenté en voz alta mientras echaba a caminar. -Pues, como comprobasteis, me fui

-Éramos adolescentes que habian pasado su vida en una isla viendo siempre a la misma gente, además sabes que éramos muy pocos los de mi edad.-Le dije mientras inspeccionaba a mi alrededor. En la caverna había algunos objetos escondidos por sus antiguos habitantes. -Puede que haya cigarros aquí, estos Dharma tenían todo tipo de cosas... ¿Buscamos algo en especial además de los cigarros?- Le pregunté.

-Oh entiendo, soy la fantasía de un par de adolescentes, que feliz soy - ironicé en parte aunque no pude evitar soltar una carcajada. Avancé algo más, comprobando la zona y negó con la cabeza.

-Senderismo - ironicé mientras me giraba. -Volver hacia atrás, ahora que hemos bajado, es del genero idiota, por tanto, avanzamos, cruzando la zona de montes para volver a la playa - comenté.

-¿Estación Dharma para buscar cigarrillos? No gracias, por si los Otros

-Vamos, si a todos los hombres les gusta que las chicas los adoren...-Le dije irónicamente.
-Si tanto deseas tus cigarros, puedo conseguirte algunos en mi próxima excursión a alguna de las estaciones.-
Mientras lo seguía, no podía dejar de mirar a mi alrededor. No era la parte de la isla que más frecuentaba ya que sólo iba a las cavernas para resguardarme de las lluvias o dormir, y siempre me había llamado mucho la atención.

-Puede ser, pero creeme, no soy tan egocéntrico - contestó él tranquilamente parandose para avanzar. -Y tranquila, avísame si alguna vez pasas por ahi, quiero esos cigarros

La miró un momento de reojo y no pudo evitar sonreir, acercandose a ella y revolviendole el pelo cual cria.

-Joder, te veo y no has cambiado, eres la misma enana de siempre - soltó él, sonriendo.

Me revolvió el cabello lo cual hizo que me sonrojara, tomé su mano para sacarla de mi cabeza, y, sosteniéndola, le dije riendo:
-¡Por supuesto que cambié! He madurado: ya no estoy enamorada de un chico malo.- Le dije con una sonrisa que demostraba que lo decía bromenado, no acusándolo.
Solté su mano y la dirigí a mi arma
-Ya soy una niña grande: tengo mi propio arma-

-Si, ya lo veo, y te creo, porque aun recuerdo hace dos años que decias lo mismo y no era asi - dije con una sonrisa burlona mientras miraba hacia donde se dirigia su mano y la miró con seriedad.

-Aunque tengas tu propia arma, no la utilices a la ligera... hazme caso, ¿vale? No vas a acabar como yo, ¿verdad?

-Por supuesto. Nunca le he disparado a nadie y hace dos años que la tengo, es solamente que, bueno, una chica como yo en una isla habitada por este tipo de gente debe ser cautelosa. La tengo solamente para protegerme.-
Seguimos caminando un tiempo en silencio hasta que le pregunté
-¿Puedo preguntarte algo? ¿Extrañas la "civilización", deseas irte de la isla?-

-Si, sin duda has madurado - contesté ante su afirmación con una leve sonrisa mientras me rascaba la nuca, pensativo por su pregunta.

-Pues, se extraña, creeme, la buena vida, el ajetreo de las ciudades cosas sin importancia que a la par, te terminan gustando - suspiré.

-Joder, lo que daria por echarme novia, establecerme en Los Angeles y llevar una vida tranquilita

Quedé pensativa ante su respuesta
-¿Conoces mi historia? Richard me encontró cuando era una bebé. No sé dónde nací ni quienes son mis padres, aunque muchas veces sospeché que Richard lo era, nunca se lo dije, pero él siempre me dijo que me había encontrado. Me crié en esta isla y jamás salí de ella.- Hice una pausa y luego agregué
-Si alguna vez consigues alguna manera de salir, avísame.- Sonreí ante lo que le había dicho -Me muero por conocer las ciudades, la tecnología... a la gente del siglo 21. -Agregué sonriendo.

-Conozco en parte tu historia, pero no esa parte precisamente que me has contado- contesté con una leve sonrisa, aunque poco después, comenzó a hablar nuevamente sobre salir de la isla.

-¿Tanto quieres salir de la isla? - pregunté con una leve sonrisa. -Pues, si encontramos algo, te lo haré saber

-Gracias- Le respondí. Salir de la isla era mi mayor sueño, pero lo deseaba tanto como sabía que sería imposible para mí y para cualquiera siempre que Ben estuviera al mando.
-¿Qué parte de mi historia conoces?- Le pregunté con curiosidad mientras seguía caminando.

Sonreí levemente mientras caminabamos y pegaba un salto para pasar al otro lado de un abismo. Se podia hacer perfectamente de un salto y suspiré.

-De tu historia, solo sé la parte en la que estás en la isla, nada más, señorita Alpert- dije riendome.

-Entonces sabes todo, hasta donde yo sé no tengo historia fuera de este lugar.- Bromée.
Observé cómo saltaba, medí la distancia y me di cuenta de que se me haría imposible pasar hacia el otro lado.
-Sabes, algunos no somos tan altos ni somos tan ágiles como tú...-

-Si, exactamente eso, asi que... - dije con una sonrisa mientras estiraba mi mano. -Venga, yo te cojo, creo que ya estamos llegando y así finalmente acabaremos por aqui - añadió él poco después mientras comprobaba que la distancia para ambos era segura.

Tomé su mano y me apretó con fuerza, me impulsé, salté, y llegué al otro lado del abismo casi sin hacer ningún esfuerzo.
-Gracias- Le dije. Ya se lo había dicho muchas veces en el día y eso me hacía sentir un poco incómoda. No estaba acostumbrada a pasar tanto tiempo co alguien, de hecho hacía mucho que no hablaba con alguien tanto como había hablado con él ese día. -Gracias, de verdad.- Le dije mirándolo a los ojos, sin que él supiera que le estaba agradeciendo no sólo por haberme ayudado a saltar, y por haberme salvado la vida, sino también por haber hecho mi día mucho más interesante.

-No hay de que, señorita Alpert - dije sonriendo levemente mientras, una vez asegurado que ya no se iba a caer ni nada por el estilo, soltaba su mano y le guiñaba un ojo antes de seguir caminando tranquilamente. Se estiró mientras paró, a comprobar la caverna.

-Bien, pues en teoria debemos salir de aqui por algun lado

-Yo nunca había estado en esta parte de la caverna le dije -Así que depende de tí que salgamos.
Yo miraba hacia todos lados, pero no podía identificar este lugar, ya que nunca me había adentrado tanto en la caverna sola, no me gustaba para nada ese lugar, y más sabiendo que el monstruo de humo se encontraba cerca de allí.-

-Si, pues... - miró hacia arriba, habia una salida en el techo, y podía alcanzarla. Pegó un buen salto y se agarró al borde farfullando. Mientras hacía un esfuerzo para subir lentamente.

-No sé donde iremos a parar, pero bueno...

Miré hacia arriba, esperando alguna señal de John de que todo andaba bien. COmo no dijo nada, le pregunté
-¿Qué hay ahí afuera?¿Está todo bien?
Intenté escalar por una de las paredes, pero no alcanzaba a salir por la salida del techo.