Sentada en la arena (libre)

El antiguo miembro de los Otros caminaba por la playa tranquilamente, mientras en su mano, movía un cuchillo que se deslizaba con agilidad entre sus dedos hasta que finalmente lo guardí en su cinto. Suspiró, caminar no le ayudaba, y el aburrimiento era letal.

Tras caminar un buen rato, observó a una chica, miraba fijamente el mar, y después enarcó una ceja, mirando él tambien el mar, unicamente dijo:

-No sé porque te molestas en ver el mar, si es muy... ¿repetitivo? - comentó él.

-Andar me sirve de mucho, creeme - sonrei ampliamente mientras le tendía la mano en forma de saludo.

-John Stevenson, puedes llamarme Johnny - dije con total tranquilidad mientras sin previa invitación, se sentaba al lado de la chica. -¿Y tú de donde sales? ¿Del mismo lado que han salido estos? - pregunté.

Iba caminando con tristeza por la orilla del mar, mirando mis pies, y pensando. Estaba tan concentrada en mis pensamientos que no prestaba atención a lo que había a mi alrededor, por eso me asusté cuando oí voces que provenían de a unos pocos metros delante de mí. Allí estaban John, a quien había visto muchas veces en la isla y con el que jamás había cruzado una palabra, y una desconocida, seguramente sobreviviente del accidente. Ya no podía ocultarme, así que suspiré y me acerqué a ellos.

-Oh, el avión que se estrelló interesante - dije con una leve sonrisa, aunque cuando formuló la más que esperada pregunta para él, y que más de uno le había hecho, sonrió irónicamente.

-Oh, tranquila, yo no iba en el avión, yo ya estaba aqui cuando se estrelló, ¿parece mentira, eh? - comenté, en respuesta a su pregunta, con una leve sonrisa.

-Hola- les dije, intentando esbozar una sonrisa.
- Soy Vanessa
Entonces me giré hacia John y le pregunté
- Me conoces?

-Claro, yo era del grupito al que... - en cuanto fue a hablar, observó a la chica que recien llegaba. La había visto, pero no sabía donde, únicamente se limitó a enarcar una ceja, pero no caia donde la había visto.

-¿Te he visto en algun lugar? - preguntó a la recien llegada. Después, miró nuevamente a Tylor y asintió ante su pregunta de si sabía donde había comida. -¿En el "otro" campamento?

Le escuché hablar con la chica al parecer no se conocian.

- Estoy muerta de hambre..y no se hacer nada..crees que si fueramos allí tu podrías..-

Pedir nada a nadie era lo que más me costaba en el mundo, mi orgullo era enorme pero el hambre que tenía lo era aun más.

-Podrias darme algo para comer?- Baje la vista cuando le pregunte eso, me avergonzaba hacerlo.


off: tengo que marcharme vuelvo más tarde espero veros luego

-Soy Vanessa -respondí, mirándolos a los dos- Vanessa Alpert, la hija de Richard- le aclaré a John- Claro que.. la última vez que nos vimos ambos estábamos con los otros y yo no estaba tan crecida- Dije ruborizándome. Y al darme cuenta de que me había ruborizado cambié de tema y le pregunté a la chica
-No has encontrado comida por aquí? Hay mucha. Lo siento, no te pregunté, por qué estás sola? CUál es tu nombre?

La miré un momento y enarcó una ceja hasta que finalmente cayó, asintiendo varias veces.

-Oh, ya, la que de vez en cuando pillaba por la zona de seguridad, ¿no? - enarcó una ceja y no pudo evitar sonreir. -Hará dos años o tres de eso, si mal no recuerdo, pero bueno... - después miro a Tylor y se rascó la nuca pensativo.

-Si no os importa adentraros en la selva, os llevaré a por algo de comida - dije sonriendo.

[OFF: Si os parece bien, establecemos turnos y asi puede postear todo el mundo cuando pueda ]

Con una sonrisa le dije
-Peligroso? No estarás en peligro si estás con nosotros. Conocemos bien la isla, sabemos donde está el peligro. Yo también tengo hambre... John, dónde crees que podemos ir sin que nadie -recalqué esa palabra- nos vea?

Enarqué una ceja mirando a Tylor y asintió ante su presentación, rascándose la nuca mientras observaba después el lugar y escuchaba sus preguntas.

-La selva es siempre peligrosa, para ambas, nunca se sabe que se esconde en ella, aunque creo que la señorita Alpert, sabe perfectamente de que hablo - dijo refiriendose a cierto "monstruo" que habitaba en el lugar.

- Tenemos muchas razones para que no nos vean. Los nativos de esta isla no pueden vernos, nosotros estábamos con ellos pero decidimos añejarnos por diferentes motivos. Y si te ven a tí, así como a cualquiera de los que están en tu campamento... Nadie sabe qué podrían hacerles. Escúchame, no te asustes, pero esta isla no está habitada solamente por personas. Hay que tener mucho cuidado... Cuál es la estación más cercana, John? Le pregunté refiriéndome a las estaciones de Dharma, de las cuales yo solía sacar algunos alimentos cuando mi padre no podía traérmelos, y suponía que John lo hacía así también.

-Exactamente, Tylor, esa es la explicación más lógica que vas a oir en tu estancia en la Isla, creeme - dije seriamente mirando a Vanessa. -Mira, prefiero no arriesgarme a meterme en una Estación Dharma, eso que te quede claro, supongo que sabrás como me fugué, tres muertos y cinco heridos - dije seriamente.

- La verdad es que no sé a qué te refieres, yo ya no estaba con los otros cuando tú te fuiste. Entonces dónde has conseguido comida...?- Comencé a decirle a John, hasta que fui interrumpida por Tylor. Comenzó a alejarse y yo iba a decirle a John que la detuviera cuando creí escuchar que alguien me llamaba desde los árboles. Parecía ser mi padre, susurrando, como siempre lo hacía. Entonces salí corriendo hacia la jungla sin mirar atrás, desesperada por las ganas que tenía de verlo.

-No, no estamos locos, es la verdad pura y dur... - dije pero fue interrumpido al ver la reacción que tuvo Vanessa. Enarcó una ceja y en cuanto echó a correr, fue hacia el campamento, tomó prestadas un par de cosas y fue en su busqueda.

El hastío se colaba por mis poros, cada vez más profundo haciéndome sentir desesperada, quizá se debía a que la isla provocaba sensaciones extrañas y diferentes en cada uno de nosotros, tal vez solo era que necesitaba conversar con alguien que no me mirara con el pánico reflejado en las pupilas.

Tome un par de frutas y comencé a caminar sin un rumbo fijo, sintiendo la arena hacer contacto con la piel de mis pies. A un par de metros vislumbre la silueta de una joven que observaba el mar como si fuera la cosa más importante del mundo. Aunque a juzgar por su gesto ausente, su mente se encontraba en otro lugar.

Camine en su dirección e intente mirar lo mismo que ella, pero para mí, solo era una cantidad inmensurable de agua.

-¿Ves algo especial? –pregunte con curiosidad, de verdad la isla hacia estragos conmigo. En otras circunstancias solo habría caminado a su lado y pensaría que la chica perdía su tiempo.