Caminando en la cuerda floja[libre]

[Temperatura: 32ºC, Clima: soleado, Día: 3 de noviembre]

Caminaba lentamente por la playa, tocando con mis pies descalzos la arenas. El sol golpeaba en mi rostro y me deslumbraba con sus rayos. Me coloque la ropa a malas maneras mientras observaba el mar. Recordaba mi pasado y como había llegado a la isla de malas maneras. Metí mi mano en el bolsillo derecho y saque una caja de cerillas. La analice durante varios segundos y me la volví a guardar. Estaba demasiado nervioso como para pensar, había perdido mi obra en medio del mar y no encontraba a mi “pequeña”, mi katana. Solo sabía que la guardaron en la cabina del piloto y que el humo no me dejaba hacercarme a ella.

Hoy era uno de esos días en los que hacia un terrible calor para salir a correr. Aún así no podía descuidar mi "entrenamiento" por llamarlo de alguna manera. Correría por la selva, pero antes me refrescaría en la playa. Llevaba unos pantalones anchos y largos y una camiseta sin mangas negra (muy adecuada para el calor).

Cuando llegué a la orilla me percaté de la presencia de otra persona, alguien a quien no conocía, pero que debía de ir en el avión si estaba allí tan tranquilo. Aún así, sabía donde estba mi cuchillo por si necesitaba sacarlo.

Me senté en la arena a pleno sol dedicandome a observar al hombre por el rabillo del ojo.

Estaba observando las ola del mar que se habían tragado mis ilusiones de futuro, cuando ella se sentó ya había percibido una figura acercándose por la orilla. Note como me analizaba, como un cazador vigilaba a su presa. Su mera presencia me inquietaba, odiaba los silencios incómodos.

-¿Eres la muerte que ha venido a por mi o estabas en el 815 y desconfías de mi presencia…?-la pregunte con un tono precavido.

Sonreí ante su pregunta

- Si fuese la muerte llevaría una túnica negra y no me quedaría observandote, te llevaría conmigo.- repuse divertida. Me levanté para que estuviesemos más juntos y la conversación fuese mejor.

- Soy de vuelo.- admití.- Pero como no me había fijado antes en tí, deconfiaba porque podías ser uno de los Otros.- expliqué brevemente.

“Oh me llevaría con ella… No me importaría”, pensé. Se acercó a mí y pude ver mejor su rostro, parecía maja, se que esa maldita manía de confiar en la gente a primera vista ya me ha traído muchos problemas, pero tengo la corazonada de que si puedo confiar en ella. Lo que dijo después captó mi atención.

-¿Los otros la película o tengo que empezar ha acojonarme…?-pregunté entre ironía y preocupación.

Me dió la sensación de que era un hombre original. Su comentario así lo demostraba. Aunque no podía creer que no supiese quienes eran los Otros.

- Son esas... "personillas" que se llevan a algunos de nosotros cuando les da la gana.- expliqué esperando que con eso supiese quienes eran.

Sospechaba de esa chica, me parecía haberla visto en alguna parte y su mirada fría cuando veía morir a gente, no era normal, así que me dispuse a seguirla.Después de seguir durante un rato a Christine me dí cuenta que un hombre salió del mar, diablos... cuanto tiempo llevaba allí? Como había sobrevivido...?

Detras de una roca cercana escuché su conversación, ese tipo decía ser un superviviente del vuelo 815... Me acerqué a ellos lentamente, sin que pudieran verme, cuando Chris hizo su comentario añadí otro, sorprendiendolos a ambos.

Y nada nos puede demostrar que no seas uno de ellos, vendrás conmigo, miraremos la lista de pasajeros y a ver si eras tu uno de los supervivientes... Vamos.

-¿Personillas?…-El hombre que salió por detrás de la roca se nos dirigió. No sabía que estaba ahí cuando llegó la chica, pero permaneció demasiado tiempo oculto como para que no me percatara. Confiar demasiado en las personas me ayudó a prevenir sus “trampas” tan comunes en el paso del tiempo. No le conocía pero como actuase así siempre me iba a caer mal, pero bueno, es normal que desconfíe pero hasta cierto punto.

-No tengo la necesidad de acompañar a ningún pervertido que espía a una chica mientras camina por la playa. Posdata, siento haberte dejado sin violación-dije con tono arrogante aunque no quería llevarme mal con el. Pero no me gustan los prepotentes.

Salté cuando oí una voz detrás mía. En condiciones normales no me habría asustado y sabría que había alguien detrás de la roca, pero tenía la extraña sensación de que esa isla anulaba en parte mis capacidades deductivas...

Observé a ambos hombres abriendo mucho los ojos cuando el del mar dijo lo de la violación. No creía que lo hubiese conseguido.

- Vale tranquilos.- les dije a ambos, miré al que había salido de la roca, cuya cara se me hacía terriblemnte conocida.- Primero, él no es uno de los otros, estoy segura.- aseguré aparentando confianza en mí misma. Miré al otro.- No tenía intención de... violarme. Creo.

-Yo no tengo problema pero no me parece lógico, he estado dos días agarrado a un cable hasta llegar hasta aquí, estoy cansado, y he perdido una obra de millones de dólares. He estado a punto de coger el cuchillo de la chica, puedo seccionar una yugular limpiamente con un bolígrafo no, es broma, pero se hacerlo. Ibas directamente a atacarme ¿Quién es una de estas “personillas”?.-aclaré.

Me giré para ver el rostro de la chica, recordando a …
-Soy Jules, ¿y tu?.

(Colega, soy asesino a sueldo , y bastante bueno, se me da bien ocultarme como para que me detecte un guionista de cine, sin ofender xD)

Mire al chico, solte una pequeña risa y dije:

Jules..Es curioso que diga tal cosa un tipo con esa cara de psícopata, aunque estoy seguro por tu pinta y tu forma de hablar que no debes ser tan hombre como intentas hacer creer por tu tono.

Miré un momento a chris y luego dirigí la mirada de nuevo al extraño personaje salido del mar.

Lo llevaremos con los demás, luego veremos que hacer con el ....

- Christine, pero llamame Chris.- me presenté al chico algo impresionada por lo que había pasado en tan poco tiempo.

Abrí más los ojos al oir al otro llamandole psicopata por toda la cara. ¿Quién era él para decir eso a alguien? No podía creerme como sin conocerle podía tacharle de psicopata...

- Tienes razón lo mejor será ir con los demás.- admití, auqnue estaba segura de que iba en el avión.

Escuche atento el nombre de aquella chica, Chris, un nombre que había usado en mis obras con mucha frecuencia y que me hizo soltar una pequeña sonrisa. Me gire cuando aquel matón de club soltó esas tonterías por la boca.

-No se como te llamas, me da igual, pero tienes cara de chulo que va por hay siguiendo a las personas. Yo tendría cuidado si fuese tu, no te recomendaría tratar mal a la gente que puede tener tu vida en sus manos en un futuro-exclame un poco alborotado.

Me caí por las pocas fuerzas que me quedaban pero pude colocar mi brazo en los hombros de Chris y apoyarme en ella. Mire al matón de club y le sonreí arrogantemente.

Doblé las rodillas ligeramente para poder sostener su peso. Había cagado anteriormente con hurley, asi que su peso no me supuso ningún problema de soportar. Pasé el brazo por debajo de su brazo para sujetarle mejor.

- Mejor deja de hablar... y te llevamos al campamento, tienes que descansar.- propuse. Seguía con mi firme convicción de que no era de los Otros. Uno de los Otros no se hubiese enfrentado contra alguien.

-Tienes razón…-dije fatigado por mi duro viaje. Me pude incorporarme lentamente. Chris me había ayudado a levantarme y se lo agradecía. Estaba demasiado cansado para debatir con el “chulo”, no comprendía porque la había cogido con migo.

-Chris, gracias por confiar en mi-dije paulatinamente mientras caminábamos hacia el campamento
No deje de mirar al tipo que había salido de las rocas y que me había intentado inquietar con sus palabras de “Chulo”, como si pudiese asustarme tan fácilmente..

miré al tipo que salió del agua mientras estaba apoyado en Chris. Me resultaba gracioso lo arrogante que podía ser la gente con desconocidos, si supiera la verdad.... No, no puedo hacerlo, no puedo descubrirme delante de todos, bastante tengo ya con el iraquí torturador y los "nativos" de la isla, no debo crear más sospechas.

Dile Cuando se despierte que siento haber sido tan brusco... - Dije cuando llegamos al campamento, eso me haría parecer más humilde y llamaría menos la atención.

Me dirigí a las rocas cercanas y saqué un libro de bolsillo que llevaba encima, empezé a leerlo y dejé de lado todo aquello. ¿Quienes eran los otros..?

Me quedé pensativo mientras leía mi pequeño libro. No parecen agresivos, al menos ese tal Ben... No lo parecía...

Tendría que ir por ellos y preguntar información...?

Me quedé pensativo un rato, hasta que se hizo de noche y fuí a dormir a mi pequeña carpa.

- No hay de qué...- debía portarme muy bien con la gente para que mi coartada fuese aún mejor.

Le ayudé a camninar mientras nos acercabamos hacia el campamento.

- Vale se lo diré.- prometí al chico que había salido de la roca, de quien aún no sabía su nombre.

Poco a poco Jules y yo conseguimos llegar hasta el campamento.

Aquella chica parecía maja al ayudarme y me recordaba tanto a… Me quede mirándola fijamente a su rostro mientras caminábamos hacia el campamento que habían construido. Íbamos andando lentamente sin demasiada prisa.

-¿Chris, a que te dedicas?-pregunte tartamudeando. La seguí mirando sin poder quitarla ojo de encima y al cuchillo que ella tenia. Me habían acusado de “malo” o farsante pero no sabia en quien confiar.

-Yo soy escrito o lo era antes de caer del avión.

Noté como se me quedó mirando, me pregntaba por qué sería. Caminabamos lentamente por la arena de la playa dirección al campamento. Había dicho que era escritor... de ahí los comentarios originales.

- Escritor... interesante. Yo era investigadora en un laboratorio.- respondí tranquilamente como hacía siempre.

- ¿Puedo hacerte una pregunta?- esperaba que no le molestara la pregunta.- ¿por qué... me miras de esa forma?- tenía curiosidad.

-Una larga historia-respondí sosegadamente. No sabía si confiar todavía en ella pero si seguía así lo podría hacer

Caminábamos hacia las carpas del campamento y las podía ver. Cuando ya estábamos en el campamento me tumbe en la arena de la playa, descansando de tanto esfuerzo.

-Creo que no me va ha gustar estar demasiado aquí, si siguen así me tendré que ir y alejar de tanto "chulos".

Le ayudé a sentarse en la arena con cuidado. Quería saber la historia, no podía frenar mi curiosidad, pero si no me lo había contado era porque no quería que lo supiese. Me acomodé en el suelo estirando una pierna y doblando la otra y apoyandome con las manos.

- No hay tanta gente como él. La mayor parte de la gente del campamento es simpática y agradable.- recordé a Sawyer... dependiendo del día era agradable o desagradable. Normalmente lo segundo.

Me ayudo a sentarme y se lo agradecí rápidamente. Con mis manos podía tocar la arena y me gustaba mucho. Era una sensación de alivio y que seguía vivo después de lo que había ocurrido. Cuantos caen de un avión y sobreviven.

-No me puedo imaginar que una chica tan guapa como tu no tenga miedo ni se inmute con un loco que sale de entre las piedras-dije mientras la quitaba un mechón de pelo de su rostro.-Ya esta-

Pude ver perfectamente su rostro, sus ojos me eclipsaron y dejaron anonadado. Y todo lo demás en ella era increíble, no sabia como definirla si como una chica que le daba igual morir o el de alguien que ocultaba algo oscuro y profundo.

Miré el mechón que ocultaba parte de mi cara y ví como lo quitaba. Luego le miré y sonreí agradable.

- Estaba muy cerca del campamento para tener miedo. Podía haber llegado de una carrera si intentaba algo.- expliqué con total normalidad. Quizá no hubiese corrido hasta el campamento si no que me hubiese defendido, pero eso que más daba.

Seguí sonriendo.

Sonreí y empecé a reír. Era lo único que podía hacer en esa situación. Me tumbe en la arena calida y descanse. La chica me miraba y sonreía. Después del accidente era lo único que podíamos hacer. Después me quede pensativo por lo que había dicho ella cuando nos conocimos.

-¿Me puedes contar lo que esta pasando aquí, y en quien confiar?-pregunte un poco nervioso.-Lo que esta pasando en esta maldita isla.

Le miré algo extrañada al oirle reir, me hacia gracia. Me mantuve sentada mientras el se tumbaba en la arena. Miré el profundo e interminable oceano. No tenía esperanzas de salir de la isla, y eso no me importaba. Había conseguido lo que quería, y además había conocido a mucha gente a la que podía querer.

Escuché su pregunta. Sería algo dificil de explicar.

- Cuando llegamos a esta isla después del accidente pensabamos que estaba desierta. Pero uno dias después hicimos un censo y comprobando la lista de pasajeros descubrimos que uno no iba en el avión. Era uno de los que llamamos "los Otros". Aún no sabemos mucho sobre ellos. Parece ser que son gente que viven en la isla y quieren protegerla de nosotros. Por eso nos atacan.- narré.- Pero eso no es todo. Repartidas por la isla hay unas estaciones de un tal proyecto Dharma. Por lo que hemos podido averiguar se dedicaban a hacer experimentos o investigaciones o no se que... Eso es más o menos todo... oh, bueno y también he de mencionar que hay osos polares isleños que no sabemos de donde salen.- finalicé.- Es resumido todo lo que debes saber.

Escruté su rostro para ver como reaccionaba.